La vida es como un reloj de arena.
El tiempo pasa, como cae la arena, hasta que un buen dia, se termina el tiempo, cayendo el último grano de arena.... la muerte habrá llegado....
Afortunadamente somos consciente de ello.
Sí, no me he equivocado a decir la palabra "afortunadamente". Cuando nacemos a los pocos años de vida sabemos que todo tendrá un fin algún día...Si nuestra vida es finita.
Sabemos que todo tiene un principio y un fin... es ley de vida (frase tan escuchada cuando se pierde a alguien querido).
También es justicia de vida que todos llegaremos al final al mismo sitio, no importa el dinero y/ó poder que hayas acumulado... tu fin serán igual que él mío.
Hay 3 posturas a tomar:
- el pasotismo pasar de ello, no pensar en la muerte y vivir la vida...
- el miedismo vivir aterrado por ello...
- el vivismo: ya que sabemos que tenemos un fin, "conocemos nuestras limitaciones", debemos de aprovechar ese don que nos dieron hasta el último segundo , hasta el último grano de arena antes de caer.
Seguramente todos pasamos por estos 3 estados (o incluso puede que haya más estados, no lo descarto) durante nuestra vida, incluso puede que los 3 estados estén a la vez en el mismo instante en nuestro pensamiento....
El último estado, seria el ideal, reconocer nuestra limitación de tiempo, intentar aprovecharlo, que el refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" sea el leitmotiv de nuestra vida. Que cada día cuando te levantaras, pensarás:
“Si hoy fuese el ultimo dia de mi vida,¿querria hacer lo que voy a hacer hoy?”
Y si la respuesta es “No” durante demasiados dias seguidos
, sabremos que necesitamos cambiar algo de nuestra vida.
La necesidad de cambiar algo es porque sabemos que nuestra vida es finita,
cada segundo pasado es perdido, que la busqueda de la felicidad debe de ser una constante en nuestra vida, que no vale en conformismo...porque "afortunadamente" sabemos que somos finitos...aprovechemos el don de vivir.
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